miércoles, 1 de septiembre de 2010

Inicia el Mes Patrio


Inicia el mes patrio y en este 2010 la referencia particular que escuchamos en todos lados y en todo momento es el “festejo por el bicentenario” de la independencia de México.

Me tomare el atrevimiento de aportar algunos datos interesantes sobre la educación de adultos en nuestro país, en modo de colaboración histórica por este mes. Lo primero que comentare será el origen del nombre de nuestro país, MÉXICO.

México, según Francisco Javier Clavijero en su libro Historia de México y su Conquista, considera que debe interpretarse como lugar de Mexihtli, es decir, de Huitzilopochtli, pues Mexihtli era uno de sus nombres alternativos. El mismo Clavijero añade como nota que creyó por algún tiempo que el vocablo significaba en el centro del maguey, pero que a través del conocimiento de la historia de los mexicas llegó a la conclusión de que el topónimo se refiere al dios tutelar de los mexicas (aztecas).

En cuanto a la educación en tiempos previos a la conquista, de acuerdo con las evidencias estudiadas por los historiadores y antropólogos, estaba asociada a la familia, el trabajo, la religión y la guerra. Este sistema de educación tuvo características muy comunes entre las culturas mesoamericanas, tal es el caso de los templos-escuelas (algo así como sus Plazas Comunitarias de ese entonces), que eran los sitios en donde se realizaban los procesos de enseñanza - aprendizaje con el fin de transmitir los conocimientos a los niños y jóvenes, todo lo anterior bajo una rígida disciplina.

En el caso de los niños mexicas, tenían una educación que estaba a cargo de los padres hasta los 14 años, el padre educaba al hijo y la madre a la hija. Después de los catorce años podían entrar a estudiar a un centro educativo según su clase social. A partir del predominio mexica, los gobernantes dispusieron que cada Calpulli (barrio o colonia) tuviera templos-escuelas, denominados Calmécac para los hijos de la nobleza y de Telpochcalli para los plebeyos (algo así como ahora nuestras plazas comunitarias Institucionales o en Colaboración).



En el Calmécac, (exclusivo para los hijos de los nobles), se aprendía a hablar bien, canciones litúrgicas, leyendas, aritmética, la cronología y el manejo de las armas. La educación era religiosa - militar, por lo que la gente del pueblo no podía acceder a la educación y ni pensar de los hijos de los esclavos. Los nobles que permanecían indefinidamente en el Calmécac adoptaban funciones sacerdotales. Existía paralelamente otro Calmécac para las jóvenes que se preparaban para el matrimonio.

En el Telpochcalli, se educaba a los hijos de guerreros y de los plebeyos, enseñándoles la educación militar. Además se les enseñaba el uso de las armas, obedecer órdenes, a ser astutos, danza, música y canto, himnos militares, ejercicios religiosos y la preparación física mediante la práctica.

Los hijos pequeños de los nobles eran cuidados y vigilados en su conducta por servidores, mientras que los niños del pueblo aprendían y heredaban el oficio de sus padres y les ayudaban en las actividades cotidianas. Las niñas aprendían las tareas de la madre, generalmente relacionadas con el trabajo del hogar o el comercio.

Así pues, podemos observar que la educación de los jóvenes y adultos ha sido una labor que durante la existencia de nuestra nación antes y después de los Españoles se ha llevado acabo y perdura hasta nuestros días.